وَلَقَدْ آتَيْنَا لُقْمَانَ الْحِكْمَةَ أَنِ اشْكُرْ لِلَّهِ ۚ وَمَنْ يَشْكُرْ فَإِنَّمَا يَشْكُرُ لِنَفْسِهِ ۖ وَمَنْ كَفَرَ فَإِنَّ اللَّهَ غَنِيٌّ حَمِيدٌ
Bornez
Y, ciertamente, dimos a Luqman la sabiduría [y le dijimos]: “¡Da gracias a Dios!” Quien agradece, agradece en beneficio propio. Y quien no agradece, (sepa que) en verdad, Dios no necesita de Sus criaturas, es rico en Sí mismo, digno de ser alabado.
Cortes
Dimos a Luqmán la sabiduría: «¡Sé agradecido con Alá! Quien es agradecido lo es, en realidad, en provecho propio. Quien es desagradecido... Alá Se basta a Sí mismo, es digno de alabanza».
Garcia
Agracié a Luqmán con la sabiduría [y le dije]: "Sé agradecido con Dios, pues quien agradece lo hace en beneficio propio, mientras que el ingrato debe saber que Dios no precisa del agradecimiento [de las personas] y es digno de toda alabanza".