وَلَا تَزِرُ وَازِرَةٌ وِزْرَ أُخْرَىٰ ۚ وَإِنْ تَدْعُ مُثْقَلَةٌ إِلَىٰ حِمْلِهَا لَا يُحْمَلْ مِنْهُ شَيْءٌ وَلَوْ كَانَ ذَا قُرْبَىٰ ۗ إِنَّمَا تُنْذِرُ الَّذِينَ يَخْشَوْنَ رَبَّهُمْ بِالْغَيْبِ وَأَقَامُوا الصَّلَاةَ ۚ وَمَنْ تَزَكَّىٰ فَإِنَّمَا يَتَزَكَّىٰ لِنَفْسِهِ ۚ وَإِلَى اللَّهِ الْمَصِيرُ
Bornez
Nadie cargará con la carga de los pecados de otro y si alguien cuya carga sea muy pesada pide a otro que la lleve, nadie cargará nada de ella, aunque sea un pariente cercano. Y, en verdad, tu amonestación sólo surte efecto sobre quienes temen a su Señor en secreto y hacen la oración. Quien se purifica, se purifica para su propio beneficio y el regreso es hacia Dios.
Cortes
Nadie cargará con la carga ajena. Y si alguien, abrumado por su carga, pide ayuda a otro, no se le ayudará nada, aunque sea pariente. Tú sólo debes advertir a los que tienen miedo de su Señor en secreto y hacen la azalá. Quien se purifica se purifica en realidad, en provecho propio. ¡Es Alá el fin de todo!
Garcia
Nadie cargará con culpas ajenas. Si [un pecador] pide que le ayuden con su carga [de pecados], nadie podrá ayudarle en nada, aunque fuera su pariente. [¡Oh, Mujámmad!] Solo se beneficia con tus advertencias quien teme a su Señor en su vida privada y practica la oración. Quien se purifica [de la idolatría y el pecado], lo hace en beneficio propio; y ante Dios comparecerán.