إِنَّ الَّذِينَ يُبَايِعُونَكَ إِنَّمَا يُبَايِعُونَ اللَّهَ يَدُ اللَّهِ فَوْقَ أَيْدِيهِمْ ۚ فَمَنْ نَكَثَ فَإِنَّمَا يَنْكُثُ عَلَىٰ نَفْسِهِ ۖ وَمَنْ أَوْفَىٰ بِمَا عَاهَدَ عَلَيْهُ اللَّهَ فَسَيُؤْتِيهِ أَجْرًا عَظِيمًا
Bornez
En verdad, quienes te juran lealtad, a Dios le juran lealtad. La mano de Dios está sobre sus manos. Así pues, quien rompe su juramento lo rompe en su propio detrimento y a quien es fiel a la promesa que ha hecho a Dios, Él pronto le otorgará una enorme recompensa.
Cortes
Los que te juran fidelidad, la juran, en realidad, a Alá. La mano de Alá está sobre sus manos. Si uno quebranta una promesa la quebranta, en realidad, en detrimento propio. Si, en cambio, es fiel a la alianza concertada con Alá, Él le dará una magnífica recompensa.
Garcia
Quienes te juran fidelidad en realidad están jurando fidelidad a Dios, pues la mano de Dios está sobre sus manos. Quien no cumpla con el juramento solo se perjudicará a sí mismo; en cambio, quien respete lo pactado con Dios recibirá una recompensa grandiosa.