يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا لَا تَرْفَعُوا أَصْوَاتَكُمْ فَوْقَ صَوْتِ النَّبِيِّ وَلَا تَجْهَرُوا لَهُ بِالْقَوْلِ كَجَهْرِ بَعْضِكُمْ لِبَعْضٍ أَنْ تَحْبَطَ أَعْمَالُكُمْ وَأَنْتُمْ لَا تَشْعُرُونَ
Bornez
¡Oh, creyentes! No levantéis vuestras voces sobre la voz del Mensajero y no le habléis a gritos como os habláis los unos a los otros, no sea que vuestras obras se malogren sin que os deis cuenta.
Cortes
¡Creyentes! ¡No elevéis vuestra voz por encima de la del Profeta! ¡No le habléis en voz alta, como hacéis entre vosotros! Os expondríais a hacer vanas vuestras obras sin daros cuenta.
Garcia
¡Oh, creyentes! No levanten sus voces sobre la voz del Profeta, y no hablen con él del mismo modo que hablan entre ustedes, pues sus obras se podrían malograr sin que se dieran cuenta.
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