وَمَنْ يُوَلِّهِمْ يَوْمَئِذٍ دُبُرَهُ إِلَّا مُتَحَرِّفًا لِقِتَالٍ أَوْ مُتَحَيِّزًا إِلَىٰ فِئَةٍ فَقَدْ بَاءَ بِغَضَبٍ مِنَ اللَّهِ وَمَأْوَاهُ جَهَنَّمُ ۖ وَبِئْسَ الْمَصِيرُ
Bornez
Quien les dé la espalda ese día, excepto para cambiar su puesto de combate o para incorporarse a otra tropa, sufrirá la ira de Dios y su refugio será el Infierno ¡Qué mal destino!
Cortes
Quien ese día les vuelva la espalda -a menos que sea que se destaque para acudir a otro combate o para incorporarse a otra tropa- incurrirá en la ira de Alá y tendrá la gehena por morada. ¡Qué mal fin...!
Garcia
Pero quien huya, a menos que fuera por una maniobra de batalla o para unirse a otra tropa, incurrirá en la ira de Dios y su morada final será el Infierno. ¡Qué pésimo destino!
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